Breve nota sobre la comunidad

Cor unum et anima una

Queridos(as) lectores(as):

La frase latina con la que empecé significa «un corazón y un alma», que tiene en sí un origen profundamente cristiano. Podemos encontrar la referencia en Hechos de los Apóstoles 4:32, donde leemos: «La multitud de los creyentes no tenía sino un sólo corazón y una sola alma». Yéndonos varios años antes de la fundación del cristianismo, nos encontramos con la palabra griega ékklesía (ἐκκλησία), que podemos traducir como lugar de reunión o asamblea del pueblo. ¿Y para qué se reunían? Para ejercer la democracia, que en su génesis nos orienta hacia «donde se escucha la voz de todos». De ahí que el cristianismo tomara esta palabra para convertirla en Iglesia, pero que no hace referencia a los templos o edificios religiosos, sino a la comunidad de creyentes.

¿Por qué hablo sobre este tema? Porque parece que como sociedad hemos hecho oídos sordos a la responsabilidad que conlleva lo mismo. Hijos de un individualismo salvaje y depredador, nos hemos alejado paulatinamente del sentido de unión, de pertenencia y quizá hasta identitario de lo que ser comunidad significa. Por eso es que aplaudo a quienes sostienen que el capitalismo no es el problema, sino lo capitalistas. La sociedad, por tanto, no es el problema, sino los individuos que se desentienden del compromiso.

Hacia la unidad

Los griegos, de hecho, apostaban siempre hacia la unidad. Entendían y comprendían que aquel dicho popular de «la unión hace la fuerza» es cierto. Recordemos cómo cuando las Ciudades-Estado griegas estaban divididas, los persas (o iraníes) hicieron lo que quisieron con ellos. Pero cuando Leónidas, Temístocles y otros grandes héroes unieron a lis griegos, la realidad cambió, dando paso a la unificación macedonia por parte de Filipo y luego al gran imperio de Alejandro Magno. No es de sorprender que el pensamiento aristotélico tuviera algo que ver al denunciar que a diferencia de los griegos, los denominados bárbaros o no-griegos eran sujetos esclavizados a sus pasiones. Podríamos decir que fue uno de los pilares originales de las corrientes nacionalistas. Sin embargo, el propio Alejandro Magno, alumno directo del estagirita, se dice que en una ocasión tras celebrarse su boda con una bárbara, comentó: «Aristóteles se equivocó, no es que sean esclavos de sus pasiones, es que no las niegan».

En la actualidad, la gran apuesta es por la diferencia, por lo distinto. Y mientras más nos vamos diferenciando, más nos vamos alejando del sentido de la comunidad. Esto sucede porque lejos de decir «personas», hablamos con etiquetas. Es muy peligroso, incluso a niveles políticos, acceder a discursos populistas (que se entienden como convenencieros), que agitan las pasiones, el resentimiento, el miedo y el odio, a puntos donde la unidad sea impensable. ¿Por qué compramos discursos que nos obligan a señalar al otro? Por eso es que he insistido que debemos tener el tema de la alteridad desde la bondad y no desde el ser. A seguir trabajando con la propuesta de Emmanuel Levinas.

Tomemos un rico café

El día de ayer por la tarde/noche, tuve la oportunidad de ver a un muy querido amigo. Mismo que ha escuchado su llamado vocacional y que pronto abrazará la vida sacerdotal. A pesar de que quizá tengamos ideas un tanto distintas, siempre ha existido la cordialidad y el respeto entre los dos. Quizá también exagero yo un poco con aquello de «distintas». No pude evitar ver cómo varios comensales nos veían con cierta incredulidad, sobre todo a mi amigo. Me parece cómico cómo es que la gente se hace ideas como de que religiosos (de cualquier credo) no pueden entrar a lugares «no religiosos» como una cafetería cualquiera.

Charlamos brevemente, pero el momento fue maravilloso. Sobre todo porque nos identificamos, no como amigos, sino como partes de lo mismo: de una comunidad y que de la cual queremos siempre promover lo mejor para todos. La gente veían a un «sacerdote» con un sujeto vestido de negro. Sólo había dos amigos, compartiendo un sólo corazón y una sola alma. Había esperanza, la vida seguía esperando.

2 respuestas a «Breve nota sobre la comunidad»

Deja un comentario